Los empresarios daimieleños dan su visto bueno a la ley del teletrabajo
TELETRABAJO
24 Septiembre 2020

Desde la Asociación Empresarial Daimieleña (AEDA) consideran que la nueva regulación del teletrabajo aprobada por el Gobierno Central, podría ser beneficiosa para empresarios y trabajadores ya que “se trata de un acuerdo voluntario y mutuo entre ambos”. En Daimiel, la incidencia de esta modalidad del teletrabajo estaría “en torno a un 7%”, según los cálculos de AEDA.

Daimiel Noticias.- Compaginar el trabajo presencial con el teletrabajo es la “nueva normalidad” que viven muchas de las empresas daimieleñas, al igual que en el resto del país. Un contexto desencadenado por la pandemia del coronavirus que ha llevado al Gobierno central a dar luz verde a una ley que regule el trabajo a distancia, acordado con sindicatos y organizaciones empresariales.

Una regulación que los empresarios daimieleños (AEDA) valoran positivamente ya que “puede ser beneficiosa para ambas partes al tratarse de un acuerdo voluntario y mutuo entre trabajador y empresa”. Lorenzo García Muñoz, portavoz de AEDA, señalaba que los asociados la ven como “un buen inicio, aunque mejorable”.

La irrupción del teletrabajo, algo que “hasta ahora nunca se ha contemplado en el Estatuto de los Trabajadores”, hacía necesaria esta regulación porque “ya es una realidad en las empresas daimieleñas”, entendía García Muñoz. Pero precisamente este nuevo contexto en las relaciones laborales es la que seguramente “conllevará más modificaciones en el futuro”.

En lo que respecta al tejido empresarial daimieleño, el portavoz de AEDA entiende que su impacto no será muy importante en principio ya que, según los cálculos de la patronal local, el teletrabajo en Daimiel estaría “en torno a un 7%”. Algo que “podría aumentar considerablemente porque la situación y la comodidad tanto de la empresa como del trabajador, requerirá que se realice más teletrabajo”, apuntaba García Muñoz.

De las principales medidas del texto, quizás la más “controvertida”, a juicio de AEDA, es la que señala los gastos que tendría que asumir por obligación el empresario. Para García Muñoz lo ideal sería buscar un acuerdo entre las partes, y en todo caso, “si el empresario lo valora y puede asumir esos gastos, firmará el acuerdo y si no es así, no lo realizará”, concluye.

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