“No nos preparamos con antelación”
Laboratorios Cruz2
08 Mayo 2020

José María Cruz explica que ahora en España es “más fácil acceder a los test”, pero en lo peor de la pandemia “los chinos vendían los lotes al mejor postor, al que más pagaba”. En el laboratorio daimieleño se hacen las PCR por 140 euros, y test cuantificados de anticuerpos por 50 euros. Siempre bajo prescripción médica, como marca el decreto de Sanidad. 

Daimiel Noticias. – La realización de test a la población es una de las claves para medir el impacto de la pandemia desatada por la COVID-19, y a su vez, para frenar su expansión. Esta necesidad ha ocupado gran parte de la gestión de las administraciones públicas y muchos de los titulares en prensa. Si a principios del siglo XIX se desató la fiebre del oro en California, algo parecido ha sucedido en estas últimas semanas con los test en cualquier rincón del planeta. 

Y la realidad es que en España “ha habido muchas dificultades para acceder” a ellos, ya sea a través de la importación o de proveedores nacionales, cuya producción se ha enfocado en exclusiva a los centros sanitarios. “Ahora es más fácil”, explica José María Cruz desde su laboratorio privado en la calle Mínimas. 

Laboratorios Cruz

Allí se están realizando en estos momentos alrededor de una decena de test al día. Citas separadas en el tiempo para evitar contactos y siempre bajo prescripción médica, como marca el decreto de Ministerio de Sanidad. “Tiene que prescribirlo el médico de cabecera o cualquier otro especialista”. O en otros casos, los médicos de las empresas de riesgos laborales. No se puede hacer un test quien quiera, remarca. 

En estas últimas semanas, además de aprender cómo se transmite el coronavirus, se ha opinado sobre los test sin saber que “no son igual que los de embarazo”, advertía Cruz. En España se están realizando dos grandes tipos de pruebas para detectar el coronavirus: las PCR y los test de anticuerpos en sangre. 

Los primeros son los que detectan el material genético del virus en las vías respiratorias altas, por eso necesitan de esa muestra nasofaríngea que se toma con un bastoncillo. Es decir, son los que detectan la presencia del virus durante la enfermedad. Su fiabilidad es prácticamente del cien por cien, y los falsos negativos están relacionados solo con la toma de la muestra, o con la colonización, más rara, del virus en las vías respiratorias bajas. 

El segundo grupo de test son los que detectan mediante una muestra sanguínea si el cuerpo ha generado anticuerpos frente al virus. Dependiendo de los anticuerpos que se hayan generado se conoce cuanto tiempo hace de la infección. Precisamente, eso hace que no sea fiable en los siete primeros días de la misma, el tiempo que se calcula necesario para la respuesta inmunitaria del organismo. 

En este caso, hay dos tipos: los llamados test rápidos (“los de la gotita sangre”) y los cuantificados (“con suero sanguíneo”), que miden también la cantidad de anticuerpos. “En teoría la sensibilidad no debería ser muy diferente, pero el problema es que la muestra de sangre capilar, la del pinchacito en los test rápidos, no es una muestra homogénea medible, con lo que la fiabilidad disminuye hasta un 70%”, detalla. 

En el laboratorio Cruz se realizan tanto las PCR como los test de anticuerpos cuantificados. Los primeros cuestan 140 euros, los segundos, 50. 

José María Cruz cree que la realización de test masivos sería posible a través de los centros de Atención Primaria. Asegura que los laboratorios españoles tienen capacidad para responder a esa demanda, y que si no han podido hacer a esta ahora es porque “no nos preparamos con antelación” y cuando se salió a mercado a comprarlos “los chinos vendían los lotes al mejor postor, al que más pagaba, son los que han hecho negocio”, comenta. También ha habido problemas por confiar en proveedores que tenían contactos con el mercado chino, pero en otros sectores. “Ve a gente que conozca esto, no a uno que venda bebidas alcohólicas en China”, expone. 

Sobre la evolución de la enfermedad, el especialista daimieleño entiende que lo fundamental es que, si hay un rebrote, no se colapse el sistema sanitario, que haya camas suficientes en hospitales y ucis. Y para eso, hay que mejorar la detección de los posibles contagios, que haya diagnósticos lo más precoces posible. Cruz también cree que ayudaría un comportamiento estacional del virus, aún por demostrar. “Si fuera así, cada vez sería más débil, y contagiaría menos.  Firmo debajo si fuera estacional como el de la gripe”, concluye. 
 

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