Ayuntamiento de Daimiel

‘Rediseñar para habitar’ y ‘Plaza de la Garza’ han sido los seleccionados entre los cincos presentados, como ha anunciado este jueves el concejal de Urbanismo, Jesús Villar.  Los respectivos autores tienen que presentar en la segunda fase y antes del 30 de junio un anteproyecto que detalle más sus ideas. Los responsables de cada propuesta se mantienen en el anonimato.

Daimiel Noticias. - ‘Rediseñar para habitar’ y ‘Plaza de la Garza’ son los proyectos que han pasado el primer corte del concurso abierto para la remodelación de la Plaza de España. El jurado, compuesto por seis técnicos y un representante de cada grupo político municipal (PP, PSOE y VOX), tomó la decisión el pasado jueves 29 de mayo, en la última de las tres reuniones mantenidas para evaluar las cinco ideas presentadas.

En la primera, celebrada el 8 de mayo, “se abrió la documentación”; en la segunda, que se produjo el 21 de mayo, “cada miembro del jurado aportó una primera valoración”, y en la tercera y definitiva, se llevó a cabo “una votación razonada de cada uno de los proyectos”, como ha explicado esta mañana el concejal de Urbanismo y representante del PP en el jurado, Jesús Villar.

Esa decisión está recogida en el acta que se puede consultar en el expediente de licitación del concurso y ahí se explican los criterios, basados en la cláusula 16 de las bases, que finalmente han determinado el resultado.

Así, se considera que ‘Rediseñar para habitar’ pasa a la siguiente fase por “su limpieza, sencillez y claridad en el diseño presentado”, y de ‘Plaza de la Garza’, se destaca su “imagen urbana potente, basada en los valores de Daimiel” y la generación de “un espacio fluido y multifuncional, que reordena el espacio de la Plaza”, como ha trasladado la arquitecta municipal, Belén Bercebal, quien también forma parte del jurado.

A partir de ahora, ambas propuestas cuentan con un plazo fijado hasta el 30 de junio para mandar un anteproyecto que desarrolle, entre otros aspectos, “un plan de mantenimiento, la ficha técnica de los materiales empleados, la intervención en arbolado y su interferencia con la propuesta presentada, detalles de la red de saneamiento, iluminación o mobiliario urbano, y “la definición de la propuesta en fachadas”, indicaba la arquitecta municipal.

En esta fase se sigue manteniendo el anonimato de los redactores de las propuestas que, al superar el corte de la primera, cuentan con una compensación económica para sufragar los gastos del anteproyecto, según recogían las propias bases. En esta justificación, ha recordado Bercebal, deberán atenerse al presupuesto fijado donde no debe superarse el millón de euros. De hacerlo, sería motivo de exclusión en la nueva valoración que realizará el jurado.

Si los dos siguen adelante, ya se abrirían las plicas de los redactores y se darían a conocer a la ciudadanía con la puntuación que les otorgue el jurado. Esa fase de exposición pública concluiría con una votación popular que el concejal de Urbanismo estimaba para después de las fiestas patronales, pero separada de la votación de los próximos presupuestos participativos. Un calendario que, teniendo en cuenta todos los trámites administrativos, llevaría a 2026 la ejecución de las obras, añadía Villar.

Para que el resultado de la consulta ciudadana sea vinculante, se estableció una participación mínima de un 5% del censo. En las últimas elecciones tuvieron derecho a voto alrededor de 14.000 personas, es decir, deberían votar unos 700 daimieleños.

Si no fuera así, el orden de puntación del jurado será el decisivo y el que, por tanto, determinará el ganador del concurso y al que se le encargará la redacción del proyecto definitivo.