Su presidente, Ángel Bellón, insiste en que esa limitación de las extracciones “no soluciona el problema de los niveles freáticos del Alto Guadiana” y pide volver a las cifras anteriores a 2019. También defiende “el aporte de 10 hectómetros cúbicos desde el trasvase Tajo-Segura a las Tablas de Daimiel hasta que lleguen a un ciclo de lluvia”, y volver “a las acumulaciones entre familias”.

En los dos últimos años, el descenso piezométrico en la Masa de Agua Subterránea Mancha Occidental I ha sido de 2,20 metros, como se detalló en el informe técnico presentado en la Junta General de la Comunidad de Usuarios, celebrada este lunes en Daimiel. Su presidente, Ángel Bellón, solicitó a las administraciones que el agua del Tajo-Segura se envíe al Alto Guadiana, como se ha estado haciendo con el Levante. El alcalde, Leopoldo Sierra, participó en la reunión.

Ángel Bellón, presidente de la Comunidad de Usuarios de las Aguas Subterráneas (CUAS) de la masa Mancha Occidental I, entiende que esta es una de las premisas del borrador del nuevo plan de cuenca del Guadiana y avanza que presentarán alegaciones al respecto. Apuesta por la entrada en funcionamiento de la Tubería a la Llanura Manchega e insiste en la necesidad del trasvase a Las Tablas de Daimiel”.

La comunidad de regantes ha presentado un informe en el que califica esta solución, “geológica e hidrogeológicamente inconveniente, y carente de justificación técnica”, indicando que “el bombeo de agua desde los pozos se muestra más perjudicial al acuífero en sí mismo, mientras que el aporte de agua desde el trasvase evitaría ese descenso de sus niveles”.