Daimiel ha acogido este domingo, 7 de diciembre, una nueva edición de la jornada de puertas abiertas de la Asociación Daimieleña de Adictos en Rehabilitación y Familiares (ADARF), un encuentro celebrado en el Pabellón Ferial que ha combinado ponencias técnicas, testimonios en primera persona y mensajes de esperanza sobre la recuperación. Alrededor de 400 personas han acudido a la cita.
Daimiel Noticias. – Desde las diez de la mañana, el Pabellón Ferial se convirtió en un espacio de reflexión y apoyo en torno a las adicciones. Bajo el lema “No caigas en la trampa”, ADARF celebró sus XXIX Jornadas sobre Adicciones, coincidiendo con las XXXVIII jornadas de la federación regional FAARFACAM. La apertura corrió a cargo del presidente de ADARF y FAARFACAM, Emilio Belmar, acompañado por la concejal de Servicios Sociales y de la Mujer, Alicia Loro, y por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, que dieron la bienvenida a usuarios, familiares y profesionales.
En sus intervenciones, las autoridades subrayaron la importancia de romper el silencio en torno a las adicciones y de reconocer el papel de las asociaciones como espacios donde se comparten historias de superación, se acompaña a las familias y se ofrecen herramientas reales para salir adelante. Emilio Belmar recordó cómo aquellas primeras jornadas, a finales de los noventa, reunían apenas a una quincena de personas y cómo hoy el pabellón se llena de usuarios que han recuperado la sonrisa y de familias que vuelven a mirar al futuro con esperanza. Alicia Loro, además, destacó el valor de quienes se atreven a contar su historia y agradeció la entrega de quienes sostienen la asociación “haciendo la vida un poco más humana para muchos vecinos”.
Por su parte, el alcalde, Leopoldo Sierra, puso el foco en la labor que realizan entidades como ADARF y las familias que acompañan, señalando que “son ellos quienes tienden la mano cuando alguien decide pedir ayuda, quienes sostienen y escuchan sin juicios y quienes vuelven a abrir la puerta incluso después de una recaída”. Sierra agradeció a los testimonios su generosidad y definió su lucha como “un ejemplo de dignidad, esfuerzo y esperanza”, recordando que el Ayuntamiento tiene el compromiso de seguir facilitando recursos y apoyando este trabajo.
Tras la inauguración tuvo lugar la primera ponencia, a cargo de José José Gil, experto en adicciones y tecnologías en adolescentes, que abordó el impacto del uso de pantallas en edades tempranas y los riesgos de la hiperconectividad. El conferenciante insistió en la necesidad de comprender mejor la etapa adolescente, de no culpabilizar a las familias y de aprovechar las nuevas tecnologías al servicio de las personas, “no al revés”.
Uno de los momentos más intensos de la jornada llegó con la sección dedicada a los testimonios personales. Agustín Sánchez López relató su itinerario desde el juego y el consumo de alcohol y cocaína hasta su ingreso en un centro de rehabilitación y su posterior llegada a ADARF, donde encontró el apoyo necesario para reconstruir su vida. Reconoció que el camino no ha sido lineal, que ha habido recaídas y decisiones equivocadas, pero explicó cómo el trabajo constante, la disciplina y el respaldo de su familia y de la asociación le han permitido hoy vivir con estabilidad, estudiar una oposición y volver a marcarse objetivos.
A continuación intervinieron dos madres de personas adictas, Mª Cruces Cencerredo y Tomasa Vallejo Alises, que compartieron la dureza de convivir con la adicción de sus hijos: la culpa, el miedo, los conflictos familiares y la sensación de no ver salida. Ambas coincidieron en que llegar a la asociación supuso “un rayo de esperanza”, al encontrarse con otras familias que habían pasado por lo mismo y habían conseguido superar la situación. Sus palabras, muy aplaudidas, animaron a otros padres y madres que sufren en silencio a pedir ayuda y a no perder la esperanza, porque “de esto se puede salir” cuando se cuenta con apoyo profesional y con un entorno que acompaña.
Tras una pausa, la recta final de la jornada estuvo protagonizada por el doctor Francisco Pascual Pastor, experto en adicciones, que ofreció la conferencia “El cerebro del adicto”. Pascual explicó de forma divulgativa cómo se modifican los circuitos cerebrales en las conductas adictivas y recordó que la persona adicta no es alguien “con un vicio”, sino “un enfermo que necesita tratamiento y comprensión”. El especialista insistió en el carácter biopsicosocial de las adicciones, en el peso del entorno y en la importancia de jornadas como esta para sensibilizar a la población y reforzar el compromiso de quienes están en rehabilitación.
La sesión se cerró con unas palabras de agradecimiento por parte de la presidencia de FAARFACAM y con la participación de Pilar Leal, presidenta de CAARFE, la confederación estatal de asociaciones de rehabilitación, antes de dar paso a una comida de hermandad.
La jornada dejó momentos duros, reflejo del sufrimiento que provocan las adicciones en quienes las padecen y en sus familias, pero también un mensaje claro de esperanza: con ayuda, acompañamiento y constancia es posible recuperar la vida. ADARF volvió a mostrarse como un punto de apoyo fundamental en Daimiel, un lugar donde nadie se siente solo y donde cada pequeño avance cuenta como una victoria compartida.





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