La Escuela de Danza escenificó dos coreografías desde la Plaza de España donde también se leyó un manifiesto. El alcalde, Leopoldo Sierra, consideró durante su intervención que el respeto debe estar por encima de la diferencia de pensamiento.
Daimiel Noticias. – Se cumplen seis años desde que el colectivo LGTBI impulsase un acto de visibilización social desde la Plaza de España de la mano del Centro de Mujer y la delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Daimiel coincidiendo con la conmemoración cada 28 de junio de sus derechos.
Como en las ediciones precedentes, la ocasión incide en el hecho de concienciar a la sociedad y tumbar cualquier atisbo de intolerancia, discriminación o prejuicio; al tiempo que se promueve el respeto y aceptación como pilares básicos para construir una sociedad más justa y equitativa.
En estos términos se expresó el alcalde, Leopoldo Sierra, durante su intervención en la manifestación pública de este viernes al mediodía. El primer edil remarcó la idea de “garantizar” que Daimiel sea una ciudad “segura y acogedora para todas las personas sin excepciones” y enfatizó que “todas las personas merecen ser tratadas con dignidad, respeto y libertad, independientemente de a quien amen o cómo se sientan”.
Sierra consideró durante su intervención que la tolerancia debe estar por encima de la diferencia de pensamiento: “Aunque no todos pensemos igual, sí que todos podemos coincidir en que nadie debería sufrir por ser quien es”.
El regidor daimieleño agradeció al Centro de Mujer su implicación y compromiso por la igualdad y reconoció a Francisco Martín-Terriza sus palabras, ya que, dijo “contribuyen a entender mejor la realidad que afrontan muchas personas” y permiten “aprender” y “avanzar”.
Martín-Terriza, en representación del colectivo LGTBI, intervino en el acto recordando el vigésimo aniversario del matrimonio igualitario en España. Según relató, en 2005 se aprobó esta ley defendiendo el concepto de que “ampliar derechos no supone que otros los pierdan”.
También añadió que el amor y el respeto no dependen de religión, orientación sexual o creencias, y sostuvo que cada persona debe poder vivir su vida y amar a quien quiera sin ser juzgada por ello.
Por último, pidió no retroceder frente a discursos de odio y apeló a la responsabilidad de los cargos públicos. Afirmó de los cargos que quienes no asistieron al acto despreciaban a una parte de la ciudadanía y expresó el deseo de que, en el futuro, este tipo de actos no sean necesarios porque la igualdad esté normalizada.
El acto, conducido por la coordinadora del Centro de la Mujer, Cristina Sánchez de la Nieta, fue aderezado por dos coreografías a cargo de algunas alumnas de la Escuela Municipal de Danza para que, también desde la Cultura, dar fundamento al mensaje de “respeto y diversidad”.
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