Luis Eduardo Molina compatibilizará el cargo de vicario pastoral con sus tareas en la parroquia de Santa María
LUIS EDUARDO
Luis Eduardo Molina, nuevo vicario pastoral de la diócesis de Ciudad Real (Imagen: LaTribunaCR)
19 Julio 2021

El Obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha confiado en Molina para el puesto desde el que se coordinan las labores pastorales de la diócesis. Fue el obispo el que le dijo que quería que continuase en Daimiel, donde cumplirá 11 años el próximo septiembre.

Daimiel Noticias. - El sacerdote Luis Eduardo Molina compatibilizará su nueva responsabilidad como vicario pastoral de la diócesis de Ciudad Real con sus tareas en la parroquia de Santa María. La noticia del nombramiento se hizo oficial el pasado viernes y durante las conversaciones previas con el Obispo, “Don Gerardo me dijo que quería que continuase aquí, en contacto con una realidad pastoral concreta”.

Así las cosas, el próximo septiembre Molina cumplirá once años en Daimiel y su presencia en la parroquia será parecida a la de los últimos cursos donde “ya tenía que viajar dos días a la semana a Ciudad Real”. El principal cambio lo notará el cuentakilómetros de su coche ya que tendrá que “viajar mucho más por la provincia” para estar en contacto con el resto de parroquias y sacerdotes.

En Radio Daimiel, el sacerdote explicaba que la tarea que ha asumido consiste “fundamentalmente en animar, motivar y coordinar las laborales pastorales” de la diócesis, y para eso, insistía, es clave “un trato cercano con las parroquias a través de los arciprestes, y luego con las delegaciones con las que cuenta la diócesis.

Como vicario de pastoral tendrá que cuidar “el acento” que se le da a cada curso, es decir, el aspecto sobre el que se pone más atención. A la espera de definir esas líneas maestras, Molina entiende que en los próximos años es imprescindible seguir profundizando “en el acompañamiento a la vocación, en cualquier ámbito, ya sea la matrimonial, la consagrada o la sacerdotal”, y en el cuidado de la familia, “la célula fundamental donde se reciben los valores y lo imprescindible de nuestras vidas”.

Mientras perfila y prepara la intensa agenda que le espera a partir del verano, Luis Eduardo Molina confía en que el órgano de Santa María pueda estrenarse en concierto “antes de que acabe el año”. Este proyecto, del que es su cabeza visible, ha sufrido varios retrasos por la pandemia y su montaje está yendo más lento de lo previsto inicialmente.

Molina comentaba que el organero va a colocar los tubos ya arreglados de la fachada del órgano (los tubos que más se ven) “a principios de agosto”, y le ha confirmado que regresará “a mediados de septiembre para concluir todo”.

Con el órgano ya operativo el sacerdote también espera que se le dé un empujón a la financiación. “Al oírlo funcionar creo que la gente se animará más a colaborar”, concluía.

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