El órgano de Santa María busca padrinos que ayuden a su financiación
órgano santa maría
Órgano de Santa María (foto: daimielaldía.com) Foto de archivo
25 Febrero 2021

La parroquia ha lanzado una campaña de promoción donde se explican las razones que han promovido su compra y donde se pide la colaboración económica de los daimieleños. Se pueden hacer donativos desde 10 euros. El sacerdote Luis Eduardo Molina subrayaba la vocación comunitaria de este proyecto que, además, “conmoverá a otras muchas generaciones en el futuro”. Hasta el momento, se ha cubierto una quinta parte del presupuesto total.

Daimiel Noticias. - El órgano que ha adquirido la parroquia de Santa María completará su puesta a punto a partir de Semana Santa. Tras llegar al municipio y colocarse su fachada principal en noviembre, los trabajos del maestro organero, Abraham Martínez, se han interrumpido por la situación de la epidemia y por la apretada agenda de este profesional, que debía atender otras actuaciones. Por estos motivos, el calendario inicial para rematar su instalación se está demorando “más de lo previsto”, indicaba el sacerdote, Luis Eduardo Molina, quien aun así confiaba en que esté finalizado durante el verano. Molina explicaba que todavía queda por montar buena parte de “las entrañas” del órgano y, posteriormente, armonizarlo teniendo en cuenta sus características y las del templo que lo alberga.

Mientras, la parroquia ha lanzado una campaña de promoción donde se explican las razones que promovieron su compra y donde se pide la colaboración de los daimieleños para su financiación. El sacerdote indicaba que este órgano francés del siglo XIX es obra de la prestigiosa marca ‘Stolz’ y no hay constancia de un órgano romántico de estas dimensiones en Castilla-La Mancha.

Una excepcionalidad que contribuirá a enriquecer la música litúrgica de la iglesia daimieleña, pero que también aumentará el patrimonio cultural de Daimiel y puede convertirse en un incentivo turístico para los amantes de la música sacra. De hecho, una de las ideas que se contemplan es poner en marcha un ciclo o un festival internacional de música de órgano, e incluso crear una escuela de organistas.

Desde estas premisas, Molina subrayaba la vocación comunitaria de este proyecto bautizado como ‘El aire que nos conmueve’. El sacerdote indicaba que el “interés es que participemos todos” en su financiación y de esa manera, cada uno en la medida de sus posibilidades, se sienta “participe de la belleza” que va a producir este órgano que, además, “conmoverá a otras muchas generaciones en el futuro”.

El presupuesto para sufragar la compra y montaje está “en torno a los 100.000 euros”, repartidos en esos conceptos a partes más o menos iguales. Ahora mismo ya se ha cubierto una quinta parte, “unos 20.000 euros”, entre donativos y la aportación de la parroquia.

Molina ha reconocido, y así también le ha llegado a él, que hay gente que no entiende este desembolso en medio de la situación económica que ha provocado la pandemia. El sacerdote comprende que el proyecto “haya quedado descontextualizado” en estos momentos, pero recordaba que su recorrido empezó “mucho antes” de esta situación y que, en medio de estas circunstancias, cree que puede ser una propuesta motivadora para compartir esperanzas comunes.

De ahí que, como alternativas para colaborar en su financiación, se proponga el “apadrinamiento” de los 1.250 tubos que componen el órgano. Una adopción que puede hacerse desde solo 10 euros y hasta los 1.500 euros, dependiendo del tubo elegido. El nombre de todos los donantes será recogido en un documento y también se les facilitará, si así lo desean, la correspondiente justificación para optar a las deducciones fiscales pertinentes para declaración del IRPF o del Impuesto de Sociedades. Así, por ejemplo, una donación de hasta 150 euros, tiene una deducción del 80% en la renta. La cuenta bancaria para sumarse al proyecto se ha abierto en Globalcaja (ES67-3190-2048-0120-2873-0618)

Luis Eduardo Molina señala que este apadrinamiento también es a una metáfora de la iglesia donde cada uno tiene su puesto y no importa “su altura”, o que “suene más o menos grave” o que sea de “madera o metal”, lo importante es que cada uno tiene su sitio y que es imprescindibles para que “después haya una sinfonía”.

Por último, Molina ha agradecido todas las colaboraciones, no solo económicas, que ya se han recibido, e insistía en que este proyecto es “para todos” y que “será algo brillante para nuestro pueblo”. 

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