Ayuntamiento de Daimiel

El Teatro Ayala de Daimiel vivió este viernes una de esas noches que quedan grabadas en la memoria colectiva, con un concierto de Navidad Flamenca que fue mucho más que música: fue reencuentro, orgullo y emoción compartida. Con todas las entradas agotadas y personas que no pudieron acceder por falta de aforo, Ricardo Fernández del Moral se subió a las tablas del teatro de su localidad para regalar un recital cargado de verdad y mucho sentimiento.

Daimiel Noticias. – A las ocho de la tarde, con el Teatro Ayala abarrotado y un silencio expectante, comenzaron a sonar los primeros acordes del concierto que el cantaor y guitarrista daimieleño Ricardo Fernández del Moral ofreció este viernes en el pueblo que lo vio nacer. La apertura, con la música del maestro Antonio Fernández Díaz, ‘Fosforito’, marcó el tono de la noche. El propio Ricardo recordó desde el escenario la figura del cantaor pontanés como una presencia imprescindible, alguien que, dijo, debe estar siempre dentro de cada recital flamenco. A lo largo del concierto, varias de sus piezas fueron apareciendo como homenaje sincero a una de las grandes referencias del cante.

Antes de adentrarse en el repertorio, el cantaor quiso agradecer la respuesta de su pueblo, una vez más entregado, y el respaldo del Ayuntamiento de Daimiel por contar con él y con su cuadro para poner acento flamenco a la Navidad local. Invitó al público a regalarse un aplauso colectivo, un gesto sencillo que ya anticipaba la complicidad que se iba a vivir durante toda la noche.

El primer cante llegó en forma de villancico flamenco, con ‘Patriarca Manuel’, una pieza emblemática de la Navidad jerezana, muy ligada a la figura de Fernando Terremoto. Desde ahí, el recital fue transitando por distintos palos, siempre con la guitarra de Ricardo guiando el camino. Cantó por alegrías, rematando por bulerías, con esa naturalidad que solo tienen quienes dominan el cante desde dentro.

Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con la presentación de un cante muy especial, nacido —según explicó— casi en el último aliento creativo junto a su amigo, el daimieleño José Ignacio García Muñoz, “Queche”. De aquellos versos recientes nació un garrotín navideño dedicado a Daimiel, una pieza nueva, hecha a medida de la localidad, que fue recibida con una gran ovación.

El repertorio continuó con villancicos populares, algunos adaptados por sevillanas, otros traídos desde la tradición de Jerez, como el ‘Villancico del Gloria’, o llevados al compás de los tangos flamencos, como ‘Su carita divina’. El artista, que estuvo acompañado en el escenario por Juan Montoya a la percusión y las bailaoras Amparo Navarro Sanz y Ofelia Márquez, fue invitando al público a participar, a acompañar en los estribillos y a dejarse llevar.

A medida que avanzaba el concierto, el ambiente se fue caldeando. El cantaor, cada vez más entregado, se despojó de la chaqueta y se arremangó para afrontar uno de los momentos más intensos de la noche con ‘Hacia Belén caminando’, del maestro Fosforito. No faltó tampoco el ‘Cante de los campanilleros’, una pieza que adquirió una resonancia especial.

Otro de los instantes más aplaudidos fue el estreno en directo de un villancico dedicado a Daimiel, ‘El niño ha nacido ya’, una obra compuesta tiempo atrás junto a “Queche”, grabada pero nunca interpretada en público hasta ahora. Al finalizar, el artista confesó al público lo especial que era poder compartirlo por primera vez con su gente. El teatro respondió con un aplauso largo y sincero, de esos que no se piden y que salen solos.

La recta final del concierto estuvo marcada por villancicos tradicionales, llevados al compás de tanguillos, con el público ya completamente entregado. Los presentes, puestos en pie,  no dejaron finalizar al cantaor sin antes reclamar una última entrega. Y llegó. Ricardo regresó al escenario para cerrar por sevillanas, poniendo el broche final a un concierto que terminó poco antes de las diez de la noche.

Entre los asistentes se encontraban el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, junto a otros miembros de la Corporación Municipal, entre ellos la concejal de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán, responsable del área que ha impulsado este concierto dentro de la programación navideña. También estuvo el presidente de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Columna y Nuestra Señora de la Amargura, Carlos Fernández de Marcos, en una noche en la que Ricardo Fernández del Moral, miembro de ‘Los Coloraos’, volvió a emocionar a su público.