El Daimiel Urban Fest reunió anoche a cerca de 5.000 asistentes, que se entregaron durante cuatro horas al ritmo de lo que más pega y se baila en las listas de éxitos.
Daimiel Noticias.– La programación de Daimiel en Concierto 2025 incluyó anoche el Daimiel Urban Fest, una cita con entrada gratuita que reunió a dos de los referentes actuales de la música urbana y electrónica en España: Nyno Vargas y el DJ Alvama Ice. Fueron cuatro horas de fiesta pensadas por y para los jóvenes, que congregaron a cerca de 5.000 personas en el momento de mayor afluencia de la noche, según los datos facilitados por la organización.
Con media hora de retraso sobre el horario previsto, el primero en aparecer en el escenario fue Nyno Vargas, que enseguida descubrió que tenía a un buen puñado de incondicionales entre las primeras filas. Algunos de ellos se llevaron las camisetas que fue lanzando mientras daba cuenta de un repertorio en el que sonaron temas de su último disco El Efecto Nyno...FIN, presentado a principios del verano, junto a los más conocidos entre sus seguidores, como Ve y dile, No me lo creo, Hola, mi amor, Ojitos negros o Fuera de mí.










Un directo que fusiona sonidos flamencos con bases urbanas y en el que Vargas pidió y consiguió el acompañamiento del público en muchas de sus canciones. Complicidad a la que también apeló para facilitar la atención sanitaria a un joven que sufrió una pequeña crisis epiléptica y que obligó a cortar el concierto unos minutos. Desde Cruz Roja confirmaron después que el afectado se recuperó rápidamente, aunque, por protocolo, fue trasladado a los servicios de Urgencias del CEDT daimieleño.
Un incidente que cortó un poco el ritmo, pero que enseguida se recuperó e incluso se aceleró, cuando Nyno Vargas bajó del escenario para cerrar el concierto cantando al lado de sus seguidores más entregados. No fue una despedida total, porque antes de marcharse anunció que firmaría camisetas a todos los que quisieran en la parte trasera del Auditorio.
Mientras Vargas se reunía con fans, el escenario fue para el DJ local David Muñoz, que demostró que sabe lo que funciona para poner a bailar a los que han nacido en el siglo XXI. Un papel siempre complicado, pero una transición en la que se defendió con muy buena nota.
Pero en esto, como en todo, hay discípulos y maestros. Y Alvama Ice confirmó en Daimiel que ahora mismo le tiene cogida la medida a esta generación, que es la suya. Su propuesta, anunciada con la clásica cuenta atrás, no desfallece desde el primer minuto hasta el último. Nada de hielo: mucho calor y pasión. Él es el primero que lo disfruta y eso llega hasta el público, que no para en ningún momento.
Entre las piezas más celebradas aparecieron remezclas virales que circulan en plataformas digitales y fragmentos de su espectáculo Kream, consolidado ya como una referencia en la escena nacional. Y es que Alvama Ice sabe tocar la tecla exacta en cada mezcla de trap, house, reguetón o ritmos latinos, con un despliegue de luces, fogonazos de varios lanzallamas y confeti sin límite que juega a favor de lo que retumba por los altavoces.












Con este subidón se cerró la noche en un Auditorio Municipal al que todavía le queda la traca final. Manuel Carrasco regresa a Daimiel y lo va a hacer reuniendo este viernes a cerca de 9.000 personas. El escenario promete (ayer ya estaba en parte preparado) y, sobre todo, el embrujo del onubense: esa sensibilidad para llegar a lo más íntimo de cada uno entre tanta gente.
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