La Asociación de Cáncer de Mama y Ginecológico de Castilla-La Mancha ha salido este martes a la Plaza de España para recordarnos la realidad que sufren las pacientes y los datos del alcance de esta enfermedad y sus derivadas físicas y psíquicas. “Ni las quimios, ni una mastectomia, ni el miedo que se experimenta durante y después del proceso son rosas”, remarcaba Marchán.
Daimiel Noticias.– AMUMA, la Asociación de Cáncer de Mama y Ginecológico de Castilla-La Mancha, ha salido este martes a la Plaza de España para adelantar en Daimiel la conmemoración del Día Internacional contra el Cáncer de Mama. Sus voluntarias han estado durante la mañana pidiendo un donativo en una mesa petitoria donde además también se expuso información sobre la asociación y sus identificativos lazos de color rosa.
Un símbolo que, como ha vuelto a subrayar la presidenta de AMUMA, la daimieleña Sonia Marchán, no debe llevarnos a una visión idílica e irreal de esta enfermedad que de “rosa no tiene absolutamente nada”.
Tras agradecer al Ayuntamiento de Daimiel, medios locales, socias y voluntarios su apoyo, Marchán recalcó que “ni las quimios, ni una mastectomia, ni el miedo que se experimenta durante y después del proceso son rosas”.
Y es que, aunque la supervivencia por cáncer de mama en España es alta situándose “entre un 80 y un 85%”, esta enfermedad continúa siendo el tumor responsable de la mayor mortalidad en la mujer en nuestro país, con 6.429 fallecimientos registrados en 2023 en España, según la Sociedad Española de Oncología Médica.
Además, hay otra cara más dura, la del 30% de las pacientes que sufrirá una recaída en forma de cáncer de mama metastásico, la fase más avanzada de la enfermedad que “no tiene cura hoy por hoy y cuya esperanza media de vida es de 5 años”.
Y todo esto sabiendo que un alto de porcentaje de pacientes sufre secuelas físicas, emocionales o sociales que minan su calidad de vida, incluyendo ansiedad, depresión, disfunciones sexuales, miedo a recaer, pérdida de empleo y secuelas estéticas que “duelen tanto por fuera como por dentro”. Por estas razones, Marchán concluyó que la enfermedad “más bien es un marrón enorme”.
Aquí, aprovechó, para mostrar su apoyo a las mujeres andaluzas afectadas por los retrasos en los diagnósticos de sus mamografías, recordando que “los programas de detección precoz son un pilar fundamental y que fallos en los circuitos asistenciales pueden conllevar consecuencias catastróficas”.
También pidió que se garantice la reconstrucción mamaria para las pacientes que la deseen tras una mastectomia, a través de equipos profesionales expertos y con información suficiente. En este punto, Marchán denunció que en el “Hospital General Universitario de Ciudad Real las pacientes tienen que esperar alrededor de dos años y medio para iniciar el proceso, obligándolas a desplazarse a otros hospitales como Toledo o Albacete debido a que el hospital local no cuenta con un equipo de cirugía plástica”.
Así mismo solicitó equipos multidisciplinares que favorezcan una atención integral y humanizada; facilitar el acceso a ensayos clínicos; impulsar la investigación pública de calidad, poniendo énfasis en el cáncer de mama metastásico; y como base de todas estas reclamaciones: que la sanidad pública tenga una financiación adecuada. Porque, como concluyó citando al filósofo Arthur Schopenhauer: “La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada”.
Un día de “reconocimiento, fuerza y esperanza”
Acompañando a AMUMA en el acto estuvieron concejales de los tres grupos políticos municipales y el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, que inició su intervención señalando que este era un día “reconocimiento, de fuerza y, sobre todo, de esperanza”. Rindió homenaje a todas las mujeres que “con valentía habéis mirado de frente a una enfermedad dura y habéis decidido no rendiros”.
Sierra agradeció a AMUMA y a todas las personas que forman parte de la asociación, reconociéndoles su labor como “ese hombro donde apoyarse”, y en particular la de su presidenta, “por su entrega e incansable trabajo”. Señaló que cada campaña, recordatorio y consejo puede “marcar la diferencia entre la detección a tiempo y la oscuridad de la incertidumbre”.
Dirigiéndose a las mujeres que afrontan la enfermedad, Sierra les dijo que son un “ejemplo para todos”. Aseguró que su fortaleza y su sonrisa, incluso en los días más difíciles, enseñan a sus familias y vecinos que “la vida merece ser vivida y que siempre hay motivos para seguir adelante”.
Por todo ello, las calificó de “imprescindibles”, destacando su valor “por lo que hacéis, pero sobre todo por lo que sois” y agradeciendo su fortaleza, ese empeño “por no rendirse y por enseñarnos que la vida, incluso con cicatrices, sigue siendo hermosa”.
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